La clasificación de eficiencia energética es un factor de gran importancia a la hora de elegir una lámpara. El etiquetado energético ha sido diseñado y establecido a escala europea para fomentar el ahorro de energía y la protección medioambiental. De este modo, se ha venido fijando la obligatoriedad de que todos los aparatos de iluminación
La eficiencia energética es uno de los pilares de la transición ecológica hacia una economía libre de emisiones de carbono, que así pueda poner freno a la crisis climática. Anteriormente, las etiquetas de eficiencia energética en las luminarias eran las A+, A++ y A+++. Actualmente, se trata de una clasificación que abarca desde la A hasta la G. 7 categorías diferentes en total.
Dentro de esta clasificación, ocupan una posición altamente ventajosa las luces LED. Estas se caracterizan por el gran ahorro y eficiencia que suponen frente a las lámparas tradicionales.
La etiqueta energética, cuyo sistema fue renovado en el año 2021, se emplea tanto para luminarias como para otros dispositivos domésticos de funcionamiento eléctrico. Aparatos de aire acondicionado, calentadores de agua, frigoríficos y congeladores, hornos, televisores y pantallas electrónicas, lavadoras, lavavajillas, secadoras de ropa. Todos estos dispositivos se hallan igualmente sometidos a la clasificación energética pertinente.
La clasificación de la eficiencia energética de la iluminación
Según el actual etiquetado energético europeo:
- La categoría A queda reservada a tecnologías futuras que puedan cumplir con una eficiencia energética plena.
- Por debajo de esta quedan establecidas las etiquetas para los productos vigentes en el mercado, desde la categoría B a la D.
Significado del etiquetado actual de eficiencia energética
Dentro del actual etiquetado energético, se distinguen las siguientes 7 categorías:
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- Etiqueta A de la clasificación de eficiencia energética. Sin vigencia todavía en el mercado actual.
- Etiqueta B. Antigua A+++. Consumo de más del 25% de la energía.
- Etiqueta C. Antigua A++. Consumo de más del 30% de la energía.
- Etiqueta D. Antigua A+. Consumo de entre el 30 y el 42%. Hay que tener en cuenta que tanto los focos LED de interior como los que son para exterior, se caracterizan por su gran ahorro. Se encuentran siempre etiquetados entre la B y la D. Es decir, entre las antiguas A+++ y A+.
- Etiqueta E. Antigua A. Su consumo oscila entre el 42 y el 55% exclusive.
- Etiqueta F. Antigua B. Su consumo abarca entre el 55 y el 75% exclusive.
- La actual etiqueta G incluye las antiguas categorías C y D. Entre el 75 exclusive y el 100% inclusive, de consumo energético.
Otros datos incluidos en la etiqueta energética
En el etiquetado de eficiencia energética exigido por Europa, han de incluirse, además, otros datos obligatorios:
- Fabricante del producto.
- Marca y modelo.
- Consumo lumínico al año en kilovatios por hora.
- Tipo de aparato de que se trata.
- Ruido generado en decibelios, valorado y clasificado en una escala en A, B, C o D.
La eficiencia energética de las luces LED en comparación contras fuentes lumínicas
Es importante recalcar que las luces LED aventajan con mucho la eficiencia energética de otras fuentes de luz. Hay que prestar mucha atención a que, en cuanto a clasificación energética, las demás fuentes de luz producen el siguiente consumo:
- Las lámparas de fluorescencia abarcan entre la clasificación A y la B.
- Las lámparas halógenas permanecen en una escala de clasificación C-D.
- Las lámparas de incandescencia son siempre de categoría E.
Por lo tanto, resulta meridianamente claro que las lámparas LED se sitúan a la vanguardia en ahorro energético. Con esta privilegiada posición en la clasificación de eficiencia energética, no hay que dudar en adquirir productos tales como un buen proyector LED de 150w.